El diamante es la sustancia natural más dura, rara y densa conocida por el hombre.
El diamante es carbono puro cristalizado, generado a notables profundidades de la corteza terrestre, a elevada presión y muy alta temperatura. La acción volcánica afecta a los diamantes y los transporta hacia las proximidades de la superficie terrestre.
Durante siglos, el único lugar de procedencia de los diamantes fue India, de donde se extraían cantidades muy reducidas. A principios del siglo XVIII se empezó a extraer en Brasil, que se convirtió en el primer productor mundial.
En la segunda mitad del siglo XIX, se comenzaron a extraer diamantes de los yacimientos de Sudáfrica, que pronto se convertirían en los más importantes del mundo.
En el siglo XX, se han encontrado yacimientos en otros lugares de Africa como Zaire, Guinea o Costa de Marfil y en puntos de otros contienetes, como Rusia, China, Australia o Canadá.
La belleza de un diamante, su excepcionalidad y su precio dependen de la combinación de cuatro factores que denominamos las "4Cs". La quinta "C" es la confianza con la que asesoramos a nuestros clientes, avalada por los certificados más reconocidos en el mundo de la alta joyería.
Las inclusiones aparecen de forma natural en el proceso de formación de los diamantes. La posición y el tamaño de estas minúsculas inclusiones pueden afectar muy levemente a la refracción de la luz, y por ello afectan también al valor del diamante.
El grado de pureza se determina siempre inspeccionando la piedra desde todos los ángulos posibles con una lupa de 10 aumentos, sujetándola con unas pinzas especiales y bajo una iluminación de luz diascópica (D65)
Según la cantidad de inclusiones, su tamaño y su posición, los diamantes se clasifican en una escala que va desde IF (Internaly Flawless) hasta P3. Los diamantes con los que trabajamos en barín van desde IF hasta VS (Very Smal Inclussion), diamantes de la más alta calidad cuyas inclusiones no pueden verse a simple vista.
Para determinar el color de un diamante se utiliza una escala de diamantes patrón (masterstones) homologada internacionalmente. Más del 90% de los diamantes tallados pertenecen a la Serie Cape, que se caracteriza por poseer un rango de colores que abarca desde el incoloro o Blanco Excepcional (Top Wesselton) hasta el Amarillo Intenso (Light Yellow).
A cada color de esta escala le corresponde una letra específica que va desde la letra D hasta la Z, aunque los diamantes de tipo N-Z son de muy baja calidad y no suelen encontrarse en el mercado de la alta joyería.
Los diamantes con los que trabajamos en barín van desde la D hasta la H (blanco). Cuanto más se acercan al tipo D, más alto es su valor.
Siguiendo fórmulas científicas, un diamante tallado correctamente refracta la luz incidente con mayor fulgor. La talla brillante es la más conocida y es la que presenta una mayor tasa de descomposición de la luz blanca que incida en cualquiera de sus facetas. Este efecto es el que da "vida" y "fuego" a una piedra. Los diamantes que no respetan las proporciones ideales pueden perder luz por las facetas laterales o por el fondo. Cuanto más perfecta sea la talla, más valor tendrá la piedra.
Las tallas más utilizadas son Brillante, Princesa, Oval, Esmeralda, Corazón, Pera, Marquesa, Radiant, Baguette y Asscher.